Los Merengues cayeron 2-1 en el Calderón, pero hicieron valer la goleada en el Bernabéu para sellar el boleto a Cardiff.
La noche se había puesto demasiado negra para un Real Madrid que fue avasallado por el Atlético en los primeros minutos del encuentro, al punto de encontrarse en desventaja de dos goles apenas pasado el primer cuarto de hora.
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Saúl, primero, y Griezmann luego de penal, hicieron estallar al Vicente Calderón, donde los aficionados ya comenzaban a ilusionarse con una remontada épica, de esas que ni el propio rival consigue olvidar.
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Pero a tres minutos del final de esa primera mitad que acumuló las mayores emociones, Isco capturó un rebote para empujar al gol y desmoronar todo lo bueno que habían construido los dirigidos por Simeone.
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En el complemento se afianzó Real Madrid y controló la diferencia amplia de la serie, sabiendo que el Atlético debía salir otra vez en busca de tres goles, pero esta vez con 45 minutos menos por delante.
Quedó tiempo para el lucimiento de Keylor Navas con una sensacional doble atajada y luego para los festejos de un equipo que cada vez reafirma más su condición de gigante entre los gigantes.
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