El Deportivo Saprissa recibió esta semana un golpe legal y financiero que podría dejar secuelas en su planificación deportiva. El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) ratificó un fallo en contra del club tibaseño, que ahora está obligado a pagar 375 mil dólares al Hapoel Be’er Sheva de Israel, una decisión que, según reconoció el propio club, ya no tiene apelación dentro del fútbol.

En una entrevista con el medio de Yashin Quesada, Gustavo Chinchilla, gerente del conjunto morado, ofreció detalles clave sobre la situación. “Saprissa respeta el fallo del TAS. Saprissa sigue pensando que es un caso de indemnización y no una transferencia entre clubes, afirmó, dejando clara la posición del club en un litigio que ha durado más de tres años.

El origen del conflicto está en una transferencia internacional en la que, según Chinchilla, el dinero provino de una empresa rusa vinculada al gobierno, lo que dificultó las operaciones bancarias: “El club que compró el jugador es propiedad de una empresa del gobierno ruso. En ese momento tuve que salir buscando un banco que aceptara ese dinero de Rusia”.

¿Podrá Saprissa reclamar con FIFA?

La ruta legal dentro del fútbol ha llegado a su fin. Así lo confirmó el representante del club: “Ya todas las etapas con FIFA y de fútbol se agotaron. Es un tema más de tribunales federales”. Con la vía deportiva cerrada, la única opción restante sería presentar una apelación ante un tribunal federal suizo, aunque esa posibilidad aún está siendo valorada.

Impacto financiero y promesa a la afición

Más allá del aspecto legal, Saprissa deberá enfrentar ahora el desafío financiero de cumplir con el fallo. Chinchilla lo reconoce sin rodeos: “Es un impacto financiero, ahora tengo que salir a buscar el dinero, pero ya estaba planificado”.

También descartó que el cumplimiento de esta obligación afecte los refuerzos para el equipo:“¿En la cabeza de quién cabe que Saprissa no va a honrar esto y quedarnos sin fichar jugadores? La afición tiene que estar tranquila”.

El club cuenta con 45 días para saldar la deuda, y aunque el monto es significativo, desde la dirigencia insisten en que la operación ya estaba contemplada en sus planes financieros. “Aquí nadie le regala nada al Saprissa, cubrimos todos los gastos con los ingresos que tenemos”, sentenció Chinchilla, cerrando la puerta a cualquier especulación sobre una posible crisis económica.