Un hattrick de Barrera en cuatro minutos le dio a los Nicas el triunfo 3-0 ante Haití y una agónica clasificación a la Copa de Oro.
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No puede explicarse desde la lógica lo que sucedió en el Estadio Nacional de Nicaragua, donde la selección local llegó a los últimos 10 minutos del encuentro empatando sin goles ante un combinado haitiano que tenía dos goles de ventaja en la serie.
Fue puro corazón y la luminosa aparición de Juan Barrera que se despachó con tres goles en cuatro minutos, para llevar el partido de la igualdad a la goleada y sellar la clasificación pinolera.
Poco le importó al capitán de Nicaragua ver la tarjeta rojo tras su celebración descontrolada, porque ya todo un pueblo estaba coreando su nombre y festejando una clasificación histórica a la Copa de Oro.