Relegado en La Liga y en medio de una crisis de su plantilla, el francés ya piensa en Harry Kane y Raheem Sterling como refuerzos para la próxima temporada.

“Nada termina después de éste partido”, había dicho Zinedine Zidane en la previa del clásico ante el Atlético Madrid. De hecho, nada terminó. Aunque a doce puntos del Barcelona en la pelea por el título de liga, el entrenador debe estar deseando que la temporada finalice cuanto antes.

Un indicio de que la cabeza del francés poco a poco empieza a proyectarse hacia el mes de julio es que, habiendo recibido plenas libertades para deshacerse del futbolista del Madrid que crea conveniente, sin importar nombres y status, ya tiene apuntados a dos refuerzos de peso para moldear al equipo a su gusto.

Florentino Pérez dio vía libre a Zidane para prescindir del futbolista del plantel que crea necesario.

Ambos son delanteros, ambos militan en la Premier League. Se trata de Harry Kane, del Tottenham, y Raheem Sterling, del Manchester City, futbolistas de características muy diferentes que podrían complementarse a la perfección en ofensiva.

Pero, como vaticinó Zizou, nada terminó tras la derrota ante el Atlético. La temporada será larga, la crisis está en ebullición y, de continuar los malos resultados, incluso él podría abandonar el club antes de diseñar su propio equipo. ¿Sería una locura? No se olvide que el presidente se llama Florentino.

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