La Copa Oro 2025 entra en su etapa más intensa y este fin de semana se vivirá uno de los duelos más esperados del torneo: Costa Rica vs. México, por la última fecha del Grupo A. Ambos equipos ya están clasificados a los cuartos de final, pero el partido definirá al líder del grupo y, sobre todo, el orgullo futbolístico de dos naciones con una rivalidad histórica en el área.
Costa Rica llega con paso perfecto, tras vencer 4-3 a Surinam y 2-1 a República Dominicana. Una de las grandes figuras de la Tricolor es Manfred Ugalde, el joven atacante que ha asumido el protagonismo en el ataque costarricense con personalidad y goles.
En el otro bando, Santiago Giménez representa la esperanza ofensiva del Tri, aunque su actualidad genera debate en el entorno mexicano. El argentino, nacionalizado mexicano, no está viviendo un gran momento en el Milan de Italia.
El peso de las estrellas en la Copa Oro
Manfred Ugalde, de apenas 22 años, juega actualmente en el Spartak de Moscú, donde ha sido una de las revelaciones del fútbol ruso. Su talento y rendimiento lo han convertido en el referente ofensivo de la Selección Nacional. En Rusia, el delantero tico percibe un salario anual de US$1.4 millones, cifra que refleja su estatus como figura creciente del fútbol europeo.
¿Cuánto gana Santi Giménez en el Milan?
Por su parte, Santiago Giménez no ha estado a la altura de las expectativasen esta temporada con apenas ha marcado 6 goles en todas las competiciones. A pesar de ese rendimiento discreto, el atacante percibe un salario anual de €4.6 millones, es decir, más de US$4.9 millones, superando con creces lo que gana Ugalde.
Una brecha que no se refleja en la cancha
La diferencia económica entre ambas figuras es abismal. Mientras Ugalde brilla en Rusia y se convierte en líder natural de Costa Rica, su salario está muy por debajo del que recibe un Giménez con menor impacto reciente en el campo. Esta comparación no hace más que resaltar las desigualdades que a veces existen en el fútbol de élite, donde el mercado, la nacionalidad y los contratos pesan tanto como el rendimiento.
En la previa del choque entre ticos y aztecas, esta realidad añade un condimento adicional: el de la motivación. Ugalde llega con hambre, en ascenso, decidido a demostrar que el reconocimiento económico no siempre va de la mano con el verdadero peso futbolístico dentro del campo.