A pocas horas del esperado duelo entre Costa Rica y México por la Copa Oro, una pregunta ronda en las conversaciones futboleras de todo el país: ¿cómo es posible que Santiago Giménez, delantero mexicano que apenas marcó seis goles en toda la temporada con el Milan, tenga un valor de mercado dos veces superior al de Manfred Ugalde?
Mientras la afición tica se prepara para alentar a la Sele en un partido que siempre genera rivalidad, este contraste entre figuras ofensivas ha generado debate y hasta indignación en redes sociales. No se trata solo de comparar estadísticas, sino de reconocer realidades que parecen contradictorias.
Giménez, quien llegó al Milan con gran expectativa tras su paso por el Feyenoord, tuvo una temporada discreta en Italia. Apenas logró seis anotaciones en todas las competiciones, cifra que no refleja el impacto que se espera de un delantero tasado en 40 millones de euros, según Transfermarkt.
¿Cuánto es el valor de Manfred Ugalde?
Del otro lado está Manfred Ugalde, quien cerró el curso como goleador de la Premier League rusa con el Spartak de Moscú. Su rendimiento no ha pasado desapercibido en Europa: varios clubes importantes lo siguen de cerca y su cotización ha subido considerablemente, alcanzando los 15 millones de euros, también según el portal alemán especializado en valores de mercado.
Más allá del número, el tico ha demostrado constancia, madurez y un crecimiento futbolístico notable, consolidándose como el delantero más importante del país en la actualidad. Ugalde ha evolucionado no solo en su juego, sino también en su capacidad para liderar ofensivas, algo que la Selección de Costa Rica necesita con urgencia.
Por eso, cuando se comparan estos dos nombres de cara al enfrentamiento de este fin de semana, la diferencia de valor desconcierta a muchos. En Costa Rica, la percepción es clara: si el fútbol se mide por lo que se hace en la cancha, Manfred está un par de pasos por delante. Sin embargo, el mercado europeo responde a otras dinámicas, donde la nacionalidad, la proyección comercial o incluso el entorno mediático pueden influir más que los goles.