La inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024 será recordada como un momento de emoción pura para los atletas costarricenses. Con el espíritu de “pura vida” que caracteriza a Costa Rica, los deportistas ticos vivieron una mezcla de alegría y lágrimas durante la ceremonia que marcó el inicio de la competencia más prestigiosa del mundo.

Este evento, celebrado en el icónico Stade de France, reunió a miles de atletas y espectadores de todo el mundo, pero para los costarricenses, tuvo un significado especial. Tuvieron la gran oportunidad de ser vitoreados por miles de personas que estaban viéndolos pasar

El desfile de los sueños

Cuando la delegación de Costa Rica hizo su entrada al estadio, la emoción era palpable. Encabezados por el abanderado Kenneth Tencio, destacado ciclista de BMX, los atletas lucían radiantes con sus trajes nacionales y sonrisas que reflejaban la alegría y el orgullo de representar a su país.

Para muchos de estos atletas, llegar a los Juegos Olímpicos es el cumplimiento de un sueño de toda la vida. La gimnasta Luciana Alvarado , quien debutó en Tokio 2020 y ahora compite en su segunda olimpiada, expresó: “Es un honor indescriptible estar aquí, representar a mi país y sentir el apoyo de toda Costa Rica. Este momento es el resultado de años de esfuerzo y dedicación” .

Momentos de pura vida

El espíritu de “pura vida”, una frase que encapsula la filosofía costarricense de disfrutar la vida al máximo y mantener una actitud positiva, estuvo presente en cada rincón del estadio. Los atletas se tomaron selfies, se abrazaron y compartieron risas, mostrando al mundo el carácter alegre y optimista que define a Costa Rica.

Kenneth Tencio, quien ha sido una figura inspiradora para muchos jóvenes en su país, destacó: “Llevar la bandera de Costa Rica es un privilegio que me llena de orgullo. Esta es una oportunidad para mostrar al mundo el talento y la determinación de nuestros atletas. Estamos aquí para competir, pero también para disfrutar y vivir esta experiencia única”.

Lágrimas de emoción

Sin embargo, no todo fue alegría. Las lágrimas también hicieron su aparición, no solo por la emoción del momento, sino por los sacrificios y desafíos que cada atleta ha enfrentado para llegar hasta aquí. La nadadora Beatriz Padrón, conmovida hasta las lágrimas, compartió: “He pasado por momentos difíciles, pero estar aquí hace que todo valga la pena. Este es un momento que nunca olvidaré”.