El fútbol costarricense podría vivir un giro inesperado en su fase final debido a una protesta interpuesta por la Guanacasteca ante la UNAFUT. El equipo nicoyano solicitó que se revise el partido que perdieron 4-0 ante Santos de Guápiles el pasado 20 de octubre, alegando una supuesta alineación indebida de uno de los asistentes técnicos.
De aceptarse la apelación, Guanacasteca ganaría tres puntos en la mesa, lo que afectaría la tabla de posiciones, especialmente a Alajuelense y al Saprissa. Se emparejaría todo con el líder manudo y se alejarían a cuatro puntos de los Morados.
¿Por qué pide los puntos Guanacasteca?
La apelación de Guanacasteca surge tras la detección de una irregularidad administrativa: en ese partido, Santos contaba con Sandro Alfaro como asistente técnico, a pesar de que oficialmente Alfaro seguía inscrito como parte del cuerpo técnico de San Carlos FC en la Liga de Ascenso. El coordinador de competiciones de la Liga de Ascenso, Marco Murillo Peraza, confirmó que, al 28 de octubre, los registros digitales muestran que Alfaro aún pertenece a San Carlos, lo que convierte esta situación en una infracción administrativa.
Esta protesta de Guanacasteca, que parece tener bases sólidas, podría significar un importante cambio en el orden de la tabla de posiciones. Si el fallo le otorga los tres puntos, alcanzarían los 31 puntos, lo que la acercaría peligrosamente al liderato general que hoy ocupa Alajuelense con 34 puntos.
¿Cómo perjudica esto al Saprissa?
La situación también tiene implicaciones para el Saprissa, que actualmente se encuentra empatado en puntos con Herediano, ambos con 27 puntos. Un aumento en la puntuación de Guanacasteca pondría aún más presión sobre el Morado y el Team, y ambos equipos tendrían que buscar resultados perfectos en sus últimos encuentros para asegurar su lugar en las fases finales sin depender de otros resultados.
Por otro lado, la decisión afectaría gravemente a Santos, que perdería el único triunfo que ha logrado este semestre, reduciendo su puntaje de ocho a cinco puntos. Esto prácticamente sellaría su mala racha en el torneo y los dejaría en una posición aún más comprometida.
Además, llama la atención que Sandro Alfaro, el asistente técnico en cuestión, esté envuelto en su segunda polémica administrativa en menos de dos años. En 2022, también se vio involucrado indirectamente en una alineación indebida cuando San Carlos utilizó un miembro de su equipo juvenil que arrastraba sanciones.