Este lunes 15 de marzo prosiguió el juicio que involucra a Bryan Ruiz, Keylor Navas y Celso Borges (demandantes); así como también a Juan Carlos Roman (ex director del Proyecto Gol) y Adrián Gutiérrez (ex federativo, ambos demandados). La causa gira en torno a declaraciones que este último realizó en diálogo con Radio Monumental, donde dijo que los tres querellantes habrían amenazado, tras la participación en el Mundial de Brasil 2014, con dejarse perder partidos si no despedían a Juan Carlos Pinto (entrenador de La Sele).

Celso Borges fue convocado junto a su esposa, Marta Peralta, así como el expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Eduardo Li. Al estar en España (donde milita con Deportivo La Coruña) debió declarar desde el consulado de Costa Rica en el país ibérico, mediante videoconferencia.

En relación a los dichos de Adrián Gutiérrez con el mencionado programa radial, manifestó: "Son hechos muy graves. Decir que íbamos a perder partidos para quitar al entrenador es mentira, esas declaraciones verdaderamente ensucian una reputación que nos hemos ganado. Me sentí dolido, triste y muy molesto por esas falsedades".

Refiriéndose al trato de Jorge Luis Pinto con él, expresó que lo ha llamado "Coraza de Volkswagen y cuerpo de trailer" debido al peso que este tenía durante la estadía del colombiano en La Sele. Además, evidenció que "en ocasiones se faltaba el respeto, no manejaba el grupo de manera adecuada".

Para ejemplificar esto último, señaló: "Se metía a los cuartos de los jugadores. También cuando decía que iba a dar el día libre, y luego decía que teníamos que estar a cierta hora. Estaba rayando lo insoportable".