La mítica dorsal número 10 del Deportivo Saprissa, la misma que alguna vez portaron referentes como Alonso Solís y Marvin Angulo, hoy le pertenece a Jefferson Brenes.
El talentoso volante, internacional con la Selección de Costa Rica, llegó a Tibás en 2023 proveniente del Club Sport Herediano, y no tardó en convertirse en una figura respetada por la afición morada.

ver también
¿Quién es y cómo juega Erick Japa, el 9 extranjero que Wanchope espera para reemplazar a Newton Williams en Saprissa?
En poco tiempo, Brenes participó en la conquista de dos campeonatos nacionales, una Supercopa y una Recopa de Costa Rica. Pero detrás del futbolista que brilla en la Liga Promerica, hay una historia de vida tan dura como inspiradora.
Una infancia marcada por la necesidad
En abril, durante una entrevista íntima con el programa A Fondo de FUTV, Brenes abrió su corazón y compartió una verdad que no todos conocían: creció marcado por la ausencia de sus padres, en un entorno rodeado de drogas y golpeado por la pobreza.
Criado en San Martín de Siquirres, provincia de Limón, Jefferson aprendió desde muy chico lo que era visitar a sus padres en prisión y ver a amigos hundirse en la adicción. “No me avergüenza decirlo porque cada persona tiene lo suyo para salir adelante. Yo saqué a mi familia adelante, la saqué de las drogas”, afirmó el volante morado, quien viene de superar una compleja lesión de rodilla sufrida en diciembre de 2024.

Jefferson Brenes tiene talento de sobra (Saprissa).
“Si yo hubiera dado un paso para allá, hoy no estaría donde estoy sentado. Siempre me acuerdo de eso cuando salgo al terreno de juego”, reflexionó el ex florense, hoy con un total de 81 partidos a sus espaldas como morado.
“No tenía a mis padres”
La vida de Brenes cambió por completo cuando, sin ser siquiera un adolescente, se vio obligado a vivir con su hermana luego de que sus padres fueran encarcelados. “Llegó un momento donde no tenía a mis padres, los tenía en la cárcel a los 12 años. Me fui a vivir con mi hermana, era un niño todavía”, recordó con crudeza.

Brenes superó grandes obstáculos para llegar adonde siempre soñó (Saprissa).
Fue en ese momento de inflexión donde Jefferson Brenes entendió que debía elegir entre el camino fácil y el correcto. “Ahí reflexioné un poco en que si yo agarraba los malos caminos no me iba a convenir”, confesó. La vida no le dio respiros, pero él nunca aflojó.

ver también
No cuenta con él: Wanchope toma una decisión inesperada con una de las grandes figuras de Saprissa
Hoy, el mediocampista puede vivir de lo que ama hacer, y además se ha convertido en un ejemplo para los suyos. “Gracias a Dios hoy pude llegar a ser un jugador profesional y tener mis cosas, que nadie me las ha regalado. Me llena de orgullo saber que mi familia hoy en día está bien y lejos de todas esas cosas”, compartió el limonense.