Kendall Waston se desahogó tras lograr el campeonato con el Deportivo Saprissa. Al finalizar el partido contra Alajuelense, se dirigió a saludar a su esposa y a su hijo, los únicos testigos de su sufrimiento durante varios meses. Fue muy criticado por sus lesiones que casi no lo dejaron jugar al principio.
El defensor morado padeció una pubalgia en diciembre del año pasado que lo mantuvo fuera de las canchas durante cinco meses. Durante ese tiempo, el defensa vivió un auténtico martirio, llegando a deprimirse y a llorar de impotencia.
Se escondía de su esposa para que no lo vea
“Lloré muchísimas veces, lloré a escondidas de mi esposa para que no me viera con dolor, porque uno, como cabeza de hogar, quiere estar fuerte. Tuve que abrirme a ella, serle sincero y decirle por lo que pasaba”, confesó Waston. Para él, el Clausura 2024 fue el torneo más difícil de su carrera debido a la lesión y todo lo que ello conllevó.
El zaguero describió cómo enfrentó momentos de profunda desesperación y duda sobre su futuro en el fútbol: “Sufrí bastante, pero también así es como se disfruta más. Me pasó por la mente si no volvería a jugar, si me tendría que retirar. Hubo momentos donde no me podía levantar de la cama, fue muy complicado, casi que me arrastraba para poder moverme y gracias a Dios, con la ayuda de él, salí adelante”.
Don Kendall Waston ⭐️⭐️⭐️⭐️
Waston reconoció que su esposa fue su gran soporte durante este difícil periodo, motivándolo a luchar y no rendirse. El defensor fue paciente y, el 5 de este mes, volvió a sentirse futbolista cuando Saprissa visitó a Puntarenas. Kendall ingresó en los últimos minutos del partido, jugando como delantero, y anotó un gol inesperado.
“Creo que el más sorprendido por esa anotación fui yo, pero bendito Dios que me dio el privilegio de jugar y anotar. Yo siempre oraba y le decía, si usted me tiene aquí por algo es y solo quiero cumplir su voluntad”, destacó el defensor morado.
Finalmente, Waston reiteró su deseo de seguir formando parte de la Selección Nacional bajo la dirección de Gustavo Alfaro. “Yo lo dije en su momento, no le voy a cerrar nunca las puertas a la Selección, mientras esté jugando, soy un soldado más. Si me llaman, voy; si no, voy a darlo todo para estar disponible”, concluyó.