El entrenador de Olimpia le restó importancia a la derrota que le quitó el invicto ante Marathón, pero fue muy duro con su delantero.

La primera derrota en el torneo hondureño mostrpo a un Héctor Vargas verborrágico pese a que manifestó que no era motivo de alarma.

El argentino fue primero muy crítico con el nivel del partido y luego disparó también contra uno de sus delanteros: “El primer tiempo jugamos horrible los dos, yo hasta quería irme a mi casa. Pelotazos, pases malos, no fuimos el equipo de otros partidos. Romell Quioto entró perdido”, expresó.

Pero ese no fue el único comentario que Vargas tenía reservado para el delantero que se sumó al equipo tras su participación con el seleccionado catracho tanto en los Juegos Olímpicos de Río como en las Eliminatorias: “Todavía no está recuperado de los esfuerzos. En un momento pensé para qué lo puse”, concluyó.

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