Se desata una nueva polémica en el fútbol hondureño. El primero fue por la decisión por parte de la Liga Nacional en dar por cancelado el torneo y privar de Motagua, que se encontraba como líder de la primera ronda del Clausura 2020, de la posibilidad de ser campeón. Hubo muchos dimes y diretes sobre el tema, pero tantas quejas no pudieron cambiar la decisión ya tomada por los directivos.

Ahora hay otro gran problema en puerta, en la Liga Ascenso se tomó la misma decisión. Nada de ascensos y nada de descensos debido a la suspensión por el coronavirus. Esto afectó de forma directa a muchos clubes, entre ellos a Olancho FC. Los Potros se encontraban como únicos punteros en el grupo D y tenían importantes chances de terminar cosechando la llegada a la Primera División.

Debido a todo esta cancelación, el pastor Samuel García, dueño del equipo, aseguró que iban a desaparecer y acusó directamente a la gente del Ascenso de provocar esto por sus decisiones tomadas de forma totalmente arbitraria: “Habían intereses particulares del presidente de la Liga, de clausurar el torneo porque su equipo pelea el descenso, por eso se aprovechó de esto para declararlo nulo”.

Además, explicó que ya se le hace imposible seguir pagando 500 mil lempiras mensuales para mantener la plantilla y soportar las continuas amenazas que reciben a diario: “Mejor dar un paso al costado, la Liga de Ascenso es una corrupción total de años. No vale la pena hasta arriesgar la vida, ya que he sido amenazado a muerte por mis constantes denuncias de lo que pasa en la Liga”.

Para finalizar, apuntó directamente a un nombre: “Imagínense que el señor Héctor Fúnez seguía firmando cheques de la Liga de Acenso, cuando su equipo Social Sol estaba en primera división, éste es uno de los tantos actos de corrupción que tiene en su historial. La Liga no funciona como tal, se hacen los caprichos de dos personas, presidente y secretario, que no convocan ni a reuniones a los demás miembros".