Este sábado se juega el gran clásico del fútbol costarricense. El balompié tico enfrentará a sus dos equipos históricos en un partido donde cada quién llega con actualidades muy distintas. 

Por un lado la Liga Deportiva Alajuelense, sumergida en el último lugar de la tabla de posiciones y en una terrible crisis en el año de su centenario.


Con un equipo que no fue precisamente construido para salir campeón, y entre declaraciones públicas de su presidente para reclamar una mejor actitud de sus jugadores. 

Sin embargo, son estos los partidos que pueden torcer la historia y cambiar el rumbo de cualquier equipo. Para la liga, ganar este choque sería como un tanque de oxigeno en el fondo del abismo, y quizás un empujón para levantarse de este duro comienzo. 

Por otro lado, Saprissa se encuentra bien arriba en la tabla, peleando con Grecia. Con este momento tan bajo en el viejo rival, un triunfo sería casi glorioso: terminar de hundir a la Liga, y que Paté Centeno gane su primer clásico como director técnico del monstruo morado. 

Desde que el "Rey" volvió a casa, la afición morada tiene una nueva esperanza a la cual aferrarse. Un cambio de mentalidad, un golpe mediático, y el renacimiento de alguna esperanza para vencer a Tigres en Concachampions.

"Paté" no se está jugando nada catastrófico, pero si la oportunidad de darle una inyección anímica a los suyos, que le permita ir creciendo en la idea de buen juego y fútbol espectáculo que está intentando llevar a cabo.