El hondu-costarricense Joshua Canales apareció de repente jugando en el Querétaro de la Liga MX del fútbol azteca. Esto llamó la atención de medios de comunicación y periodistas, tanto de Costa Rica como de Honduras, en esta permanente búsqueda de scoutear talentos que puedan reforzar nuestras selecciones nacionales.

Seguido a eso, el muchacho dio varias entrevistas para distintos programas deportivos de ambos países, pero en una de ellas dejó bien claro adonde se encontraba su corazón. Canales habló de su resentimiento hacia Olimpia, en donde se queja de que recibía un salario miserable (150 dólares mensuales), así como de la selección sub 17 de Honduras, donde jugó bien los primeros dos partidos de un mundial, pero lo dejaron en la banca al tercero.

"En Honduras me cortaron las alas, y en Costa Rica me volvieron a salir", expresó en una nota para ESPN Costa Rica, agregando que su sueño desde pequeño "siempre fue jugar con Costa Rica, y ese sería un objetivo" en algún momento. Por lo tanto, creo que aquí llegó mi 'limite'. Suelo ser muy abierto con el tema de los jugadores importados, y fui uno de los que más suele insistir convocatorias como las de Valerio Marinacci, Kobe Hernández, Danilo Acosta, Rigoberto Rivas, etc.

Sin embargo, creo que en este caso Fabián Coito debe dar por concluido el tema con Joshua Canales, pese a que ya se puso en comunicación con él. El muchacho habla como tico, se siente tico, y quiere jugar para Costa Rica. Tampoco podemos insistir en un jugador que desea ponerse la camiseta de nuestro clásico centroamericano, y que dicho sea de paso, no es que sea una joven promesa del Borussia Dortmund. Es un buen jugador del Querétaro de México, que tampoco es el primer mundo futbolístico.

Hay que desearle lo mejor como persona, y hasta ahí. Que le vaya muy bien, y lamento que a nivel formativo Honduras no lo haya tratado correctamente. Pero si tanto quiere jugar para Costa Rica, que se vaya con ellos. Mucha suerte y a seguir con la vida.