Una entrevista en la cadena LCI desató un importante enojo en la comunidad africada por relatos racistas. Jean Paul Mira, jefe del servicio de reanimación del Hospital Cochin de París y Camille Locht, director de investigación en el Inserm, instituto de la salud y la investigación médica francés, manifestaron la necesidad de "hacer estudios contra el COVID-19 en África donde no tienen mascarillas, ni tratamientos ni reanimación".

 

El ida y vuelta entre los dos profesionales de la salud, sólo levantó el enojo de la comunidad africana. El primero en levantar la mano fue Demba Ba, ex futbolista del West Ham, Newcastle, Chelsea y actualmente en el Basaksehir de Turquía. “Bienvenidos a occidente, donde el blanco se cree tan superior que el racismo y la debilidad se convierten en una banalidad. Es hora de levantarse”, escribió y acompañó la oración con un emoji de un puño cerrado.

Samuel Eto'o y Demba Ba fueron compañeros en el Chelsea. (Fuente: Getty)

Samuel Eto'o y Demba Ba fueron compañeros en el Chelsea. (Fuente: Getty)

Las imágenes rápidamente se convirtieron en virales en las redes y fue el camerunés Samuel Eto’o quien apuntó con dureza contra estos dos médicos. “Hijos de puta” y “Asesinos” fueron los dos tuits que escribió el ex Barcelona en sus redes al comentar diversas publicaciones sobre este video.

“Es totalmente inconcebible que sigamos advirtiendo esto. África no es un laboratorio de pruebas. Me gustaría denunciar vivamente esas palabras denigrantes, falsas y, sobre todo, profundamente racistas. Ayuden a salvar África del actual COVID-19 y aplanar la curva. Salvémonos de este virus loco que está desplomando la economía mundial y devastando la salud de las poblaciones en todo el mundo. ¡No tomen a los africanos como ratas de laboratorio! Es absolutamente asqueroso. Los líderes africanos tienen la responsabilidad de proteger a sus poblaciones de esas horrendas conspiraciones”, expresó Didier Drogba, ex futbolista oriundo de Costa de Marfil.

 

 

La pandemia del coronavirus afectó a más de un millón de personas (fallecieron cerca de 53 mil) y los principales focos de infección actualmente se encuentran en Estados Unidos y Europa, en países como Italia, España, Francia y Alemania.