Un 6 de mayo de 1993, el fútbol, no solo panameño, también centroamericano e incluso, español, perdió a una de sus máximas figuras. Rommel Fernández, el icónico atacante panameño cuya vida se vio truncada en un fatídico accidente automovilístico. Tras compartir momentos con sus compañeros del Albacete, Rommel se dirigía a casa cuando, en un giro inesperado, chocó contra un árbol, confirmándose su fallecimiento.

Para conmemorar su legado y honrar su memoria, la Federación Panameña de Fútbol estableció el 6 de mayo como el Día del Fútbolista Panameño, una fecha que se ha convertido en un tributo anual a la grandeza y el espíritu indomable que Rommel representaba. Durante una década consecutiva, los jugadores panameños, unidos bajo el estandarte de AFUTPA, se reúnen para visitar la tumba de su héroe caído, recordando su impacto perdurable en el deporte nacional.

El apodo “El Pánzer” resonaba con fuerza en los terrenos de juego, reflejando la potencia y determinación de Rommel Fernández desde sus humildes comienzos en el Alianza FC hasta su ascenso meteórico en el CD Tenerife. En su paso por el club chicharrero, Rommel no solo se convirtió en una sensación, sino que también contribuyó decisivamente al histórico ascenso del equipo a la élite del fútbol español, dejando su huella imborrable con cada gol.

Andrés Iniesta admiró a Rommel Fernández por varios años

Sin embargo, no todos conocen que, Andrés Iniesta, uno de los estandartes del FC Barcelona y la Selección de España, reconoció que, en su momento, asistía a los partidos del Albacete solo para ver a uno de sus jugadores favoritos, Rommel Fernández. En su autobiografía titulada La Jugada de mi Vida, el español afirmó que uno de sus referentes fue el panameño, cuando fungía como uno de los recogepelotas de Albacete.

Albacete todavía recuerda a Rommel Fernández

A pesar de su partida prematura, Rommel dejó un legado imborrable en los corazones de los aficionados, en especial, en Albacete, donde sus actuaciones en el terreno de juego y su carisma lo convirtieron en un ídolo. Cada año, la peña Curva Rommel emprende un peregrinaje hacia el lugar donde ocurrió el trágico accidente, llevando consigo ramos de flores y renovando así el compromiso eterno con su memoria.

La influencia de Rommel Fernández trascendió las fronteras de los clubes donde dejó su huella. En el estadio del CD Tenerife, un mural permanente le rinde homenaje, recordando sus hazañas y su espíritu indomable. Además, el Valencia, el Albacete y varios programas deportivos en España continúan recordando su legado, asegurándose de que su nombre nunca caiga en el olvido.