Mucha polémica en Guatemala por la salida de Gustavo Adolfo Cruz Montoya de la dirigencia de la Liga Nacional y sus dichos al anunciar su renuncia. El dirigente ocupaba el cargo de Vocal II y se fue por las decisiones que se tomaron con respecto a la cancelación del torneo y los descensos que se aprobaron.

Esa medida de concretar la perdida automática de la categoría de varios equipos provocó mucho enojo en Montoya y lanzó fuertes acusaciones contra la Fedefut. Aclaró que esa movida correspondía a un fuerte acto de corrupción y que se terminó haciendo para beneficiar a distintos clubes del ascenso chapín. 

“No comparto las disposiciones ilegales tomadas por la Federación Nacional de Futbol de Guatemala, de haber dictaminado los descensos por intereses espurios y personales por la corrupción imperante dentro de la Federación", declaró el ex-vocal en el Comité Ejecutivo de la Liga sobre los motivos que lo llevaron a dar un paso hacia el costado.

Del otro lado no hubo silencio y Gerardo Paiz, presidente del Comité Ejecutivo de la Fedefut, salió a contestar las duras acusaciones recibidas por parte de Cruz Montoya: “Yo no soy corrupto. Yo tomé una decisión de ascensos y descenso, me puede haber equivocado o no, pero de eso a corrupción, corrupción es que toques dinero, que agarres dinero".

El renunciante a su vez es diputado en el Congreso de la República e inició gestiones ahí en contra del Comité que preside Gerardo Paiz. Ha esta denuncia hay que sumarle las dos que lanzó el club Siquinalá. Una fue contra el Comité de Ética de la Fedefut y la otra demanda ante el TAS en búsqueda de cancelar el descenso de categoría.