En el día de ayer Vladimir Putin se trasladó al hospital de enfermedades infecciosas en la barriada de Kommunarka, al sur de Moscú, en donde se encuentra el mayor número de ingresados por coronavirus de todo el país. El presidente vio las condiciones en las que se recuperan los afectados por la enfermedad y, de paso, charló con los médicos a cargo para entender el panorama de la situación.
Putin estuvo acompañado poralcalde de Moscú, Serguéi Sobianin, de la viceprimera ministra, Tatiana Gólikova, y de su portavoz, Dmitri Peskov.Para no contagiarse,se puso un traje de protecciónde color naranja,una escafandra yfue a ver a uno de los pacientes, Dmitri Garkavi. “¿Cómo te sientes?”, le preguntó al enfermo, que respondió: “Bien, gracias”.
El presidente quiere que se apruebe una reforma constitucional para poder estar en el poder hasta el 2036 y este movimiento es especialmente para ganar el apoyo del pueblo.Los casos de COVID-19 en Rusia se han incrementado en 163, lo que eleva la cifra total en Rusia a 658. En Moscú suman ya 410 personas infectadas.
Además, en Rusia se debate un proyecto de ley para endurecer los castigos a quienes no respeten lacuarentena. Las penas podrían elevarse hasta los siete años de cárcel si los contagios provocados por el infractor conllevan la muerte de más de una persona.
