La antesala del duelo definitorio entre Costa Rica y Guatemala por un lugar en los cuartos de final de la Liga de Naciones de Concacaf se vio opacada por una controversia que los aficionados ticos no quisieron dejar pasar.

Se trata de las condiciones en las que se encuentra el Estadio Nacional, la casa de La Sele. Aunque el terreno de juego parece estar en buen estado, lo que indigna a los fanáticos es la presencia de una enorme tarima detrás del arco del sector norte.

El escenario de la discordia en Costa Rica

El escenario, que fue instalado para el reciente concierto de Aventura, la banda de Bachata liderada por Romeo Santos, no fue desarmado debido a que el próximo viernes 18 de octubre el grupo Morat también lo utilizará para su propio recital.

Ante esta situación, Fedefútbol tomó la decisión de cubrir la tarima con dos telones, uno representando la bandera de Costa Rica y el otro a cuatro futbolistas ticos con las camisetas de los mundiales de Italia 1990, Corea-Japón 2002, Alemania 2006 y Brasil 2014.

El esfuerzo de Fedefútbol no convenció a la afición (Kevin Jiménez).

El esfuerzo de Fedefútbol no convenció a la afición (Kevin Jiménez).

Sin embargo, la ornamentación del escenario no fue suficiente para aplacar la furia de los fanáticos, que se manifestaron a través de las redes sociales. Como si esto no fuera suficiente, la Administración del Estadio Nacional sorprendió con una aclaración que no hizo más que avivar las llamas de la indignación de la afición.

La revelación que indigna a los fanáticos de La Sele

“En un acuerdo entre partes entre la Federación y la productora se pusieron de acuerdo y consultaron si era posible mantener la tarima en ese espacio”, explicó Diana Posada Solís, gerenta general del recinto, revelando que Fedefútbol accedió a que la selección de Claudio Vivas juegue el partido ante Guatemala con el escenario de fondo.

La Federación y la productora consultaron a la Administración si esto era viable y nosotros les indicamos que sí, siempre y cuando la Federación no tenga ningún inconveniente y quede constancia de si hay algún eventual daño cuál empresa se haría responsable, y además que el Estadio también percibiera algún ingreso por mantener la tarima“, añadió Solís, dejando en una posición incómoda a los directivos del fútbol costarricense.