En los próximos días se terminará la sanción que le aplicó FIFA a Ramón Maradiaga. La misma surge de un partido del 2016 cuando El Salvador, dirigida por Primitivo, enfrentó a Canadá por las eliminatorias a Rusia 2018. Según el fallo, el entrenador dejó ingresar a un tercero para que le ofreciera dinero a los jugadores cuscatlecos a cambio de arreglar el resultado del encuentro. Esto fue denunciado por los futbolistas y en 2018 se suspendió por dos años al técnico.
Después de mucho tiempo en silencio, Maradiaga salió hablar y sorprendió con sus declaraciones:“Después de lo que me pasó en El Salvador, hay que saber dar pasos y lo que viví me quedó como el fierro que le ponen al ganado, bien marcado para no volver a incurrir en esos mismos pasos”. El técnico lamentó mucho el paso que tuvo entre 2015 y 2016 en la selección azul y blanca.
Además, contó que todavía debe pagar los 20 mil euros que le pusieron de multa y que, hasta que no los abone, no podrá volver a hacer su trabajo:“Ya solo faltan 10 días para cumplir la sanción en cuánto al tiempo, queda pendiente la parte económica, pues falta todavía para verme en acción pero por lo menos ya estoy habilitado”. Aseguró que se contactó con amigos para que lo ayuden en conseguir el dinero.
Para finalizar, habló sobre la gran polémica y negó que sea cierto que el permitió el ingreso de otra persona, pero reconoce una responsabilidad:“En dos años, se dieron circunstancias de mantener la cabeza levantada de que no hice nada; claro que cometí un error al no comunicar el acercamiento de esa persona a los jugadores, y segundo que me ha servido para saber quiénes son los amigos”. Sigue negando todo, pese a las pruebas presentadas.
En un principio, Maradiaga tenía grandes chances de volver a dirigir en Honduras, pero parece que las ofertas se cayeron debido al parate por coronavirus. Hoy por hoy, la gran posibilidad es que vuelva a realizar su trabajo en Oriente Medio. Pese a no ser una liga de mucho renombre, los montos que manejan son muy altos y lo ayudarán a recuperarse después de estar imposibilitado a trabajar por 2 años.