Luego de más de un mes sin dar la cara a la prensa, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega apareció este miércoles en una comparecencia transmitida en cadena nacional y en parte de sus declaraciones se refirió a la joven nicaragüense embarazada que fue atendida hace algunos días en Costa Rica. El jerarca manifestó no declarará cuarentena, ni suspensión de trabajo, cierre de colegios y tampoco cesarán las visitas médicas casa a casa en todo el país.

En referencia a la nicaragüense de 17 años que fue examinada en suelo tico comentó: “Las autoridades costarricenses, actuando con mucha profesionalidad, seriedad y responsabilidad, la sometieron (a la mujer) al examen y dijeron que no tiene coronavirus”.

El presidente hablo sólo por alrededor de 25 minutos.

“El Señor nos está mandando esta señal”, dijo y agregó que por eso el COVID-19 “es la oportunidad de hacer un cambio hacia la paz… de cambiar las armas atómicas por hospitales”, explicó el presidente. Y reafirmó:“Es una señal que Dios”.

“En medio de esta pandemia no se ha dejado de trabajar, porque aquí si se deja de trabajar, el país se muere y si el país se muere, el pueblo se muere”,agregó el mandatario en una parte de su discurso. “Imagínense si mandamos a la policía a aislarse y al ejército a aislarse… desaparece el país”,reiteró.

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Ortega aseguró que el país tiene ”las capacidades para atender a la población”, al hablar del sistema de salud. Aprovechó el tema de la pandemia, para exigir cambios en todo el mundo, mencionando especícamente que la organización de Naciones Unidas tiene que ‘‘cambiar, tiene ser refundada”.