Después de superar el cáncer en tres ocasiones, Marín se puso el ‘frack’ y pudo estar en primera fila en la graduación de su primogénito, lo cual destacó con orgullo en sus redes sociales.

“Solo Dios sabe la felicidad que tengo al poder estar en el baile de graduación de mi hijo. Saber que hace unos meses todo era imposible, pero el amor de mi hijo me dio fuerzas. Te amo, príncipe”, escribió el futbolista.

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Aprovechando su presencia en la graduación, Marín fue invitado a contar su testimonio ante los presentes, lo cual hizo con orgullo.

“Vi la muerte muy cerca”, había dicho el futbolista hace un tiempo. Hoy todos celebramos su recuperación y solo esperamos verlo de regreso algún día en las canchas.