Carlos Ruiz dejó una huella imborrable en la historia de la MLS. El futbolista guatemalteco pasó por cuatro de sus franquicias, Dallas, Philadelphia Union, DC United y LA Galaxy, aunque fue en esta última donde mostró su mejor versión.
En su temporada debut, la 2002, el “Pescadito” fue elegido MVP de la liga, máximo artillero con 24 dianas, ganó el Supporter’s Shield y le anotó a New England Revolution el gol de oro con el que los angelinos levantaron la MLS Cup, el primer título de su historia.
Al año siguiente volvió a ganar la Bota de Oro, con 15 goles en su haber. Y en 2006 se marchó del Galaxy para volver dos años después, encontrándose con un equipo y un certamen completamente revolucionados por el fichaje de David Beckham.
“Puso los focos en la MLS. Estar dentro era una cosa increíble. Recuerdo que tuvimos una gira por Asia en 2008, fuimos a Corea del Sur, Shanghái, Hong Kong y eso era una locura. Nos recibían miles de aficionados que se convirtieron en hinchas porque estaba Beckham“, contó Ruiz años después.
Pescadito Ruiz reveló detalles de sus días con David Beckham
El ex Municipal logró entablar un vínculo cercano con el astro inglés: “La primera cosa que me dijo fue ‘Pescadito, tú eres el único que habla en español, así que háblame en español’. Yo era el único que lo llamaba Davíd”, le contó al programa Extra Time.
“Su español no era el mejor, pero él entendía todo. Cuando venía al vestuario, hablábamos en español. Nos sentábamos cerca así que platicábamos sobre todo”, detalló el máximo goleador en la historia de la Selección de Guatemala.
“Hay muchas historias sobre él. Es un muchacho humilde, uno de los mejores compañeros con los que jugué. Veía en los entrenamientos cómo pateaba, cómo acomodaba el cuerpo… en el fútbol nunca dejas de aprender”, explicó.
La anécdota inédita de Pescadito Ruiz con David Beckham
Antes de un juego contra el NY Red Bull, Ruiz desafió a un Beckham recién llegado de Real Madrid: “Fue en New York. Terminamos de entrenar y cuando estábamos cerca de mitad de cancha nos llegaron dos pelotas. Le dije ‘David, si le doy al travesaño te toca invitarme un Big Mac’“.
El inglés, sin mosquearse, aceptó. “Rematé con mucha fuerza, pero fallé: hice un gol de media cancha. Él vino y ‘pum’, le dio al travesaño como si nada”, recordó con cariño el “Pescadito”, a quien en aquella ocasión le tocó padecer la magnífica pegada del que fue su compañero durante un año.
Posteriormente, los caminos de ambos se separaron. Pero Beckham no se olvidó del chapín y, demostrando que el aprecio es mutuo, dijo alguna vez: “Si Carlos fuera europeo, inmediatamente lo reconocerían como un crack mundial de gran valor”.
