Luis Fernando Tena podría tener un as bajo la manga para la próxima Fecha FIFA de septiembre. En entrevista con el programa Área Grande, el seleccionador nacional de Guatemala dejó entrever que Decarlo Guerra podría convertirse en la gran novedad en su lista de convocados para las eliminatorias mundialistas.
ver también
Luis Fernando Tena en alerta: La Selección de Guatemala podría quedarse sin jugar la Eliminatoria Mundialista de la Concacaf
Durante la charla con el periodista Pedro Saúl Ramírez, Tena fue consultado sobre la posibilidad de ver nuevos nombres en la nómina. Aunque el estratega mexicano aseguró que mantendrá la base de legionarios habituales, también dejó abierta la puerta a una incorporación inesperada: la del joven Guerra, a quien tiene en el radar y con quien planea establecer contacto en los próximos días.
Decarlo Guerra, quien ha sido parte de procesos juveniles en el extranjero, no ha debutado aún con la Selección Mayor, pero su nombre ya ha comenzado a circular entre los círculos cercanos a la Fedefut. Su inclusión supondría un refresco importante en una zona ofensiva donde la Bicolor busca alternativas con proyección y hambre de competencia.
Tena no confirmó su convocatoria, pero el simple hecho de mencionarlo públicamente sugiere que el cuerpo técnico lo considera seriamente como una opción real para los partidos clasificatorios de septiembre, donde Guatemala enfrentará a El Salvador en casa y visitará a Panamá en un tramo clave del camino a la Copa del Mundo 2026.
Guatemala busca más nacionalizados
Consciente de las limitaciones del calendario local y de la necesidad de ampliar la base de futbolistas elegibles, Tena parece decidido a apostar por nombres que puedan aportar desde ya, sin romper la estructura del grupo que ha venido consolidando desde su llegada en 2022, es por eso que también pidió nacionalizar a José Corena y Cristian el Cheka Hernández.
ver también
Willy Olivera sorprende al tomar su primera decisión drástica en la Selección de Guatemala
La posible irrupción de Guerra no solo generaría expectativa entre los aficionados, sino que también enviaría un mensaje claro: nadie tiene su lugar asegurado y el cuerpo técnico está dispuesto a observar a quienes levanten la mano, estén donde estén.
