En la antesala del esperado regreso de Óscar Ramírez al banquillo de Liga Deportiva Alajuelense, la tensión no solo se vive en el terreno de juego. La guerra de declaraciones también se ha encendido, y el primer disparo vino desde el propio camerino rojinegro.
Marco Vásquez, vocero de la institución manuda, aprovechó la figura de Machillo para lanzar un dardo directo a Jafet Soto, actual entrenador del Club Sport Herediano, quien había hablado de la vuelta del DT.
Un recuerdo que escuece en Heredia
Durante una intervención en medios, Vásquez no se guardó nada al referirse al historial de Machillo Ramírez frente a Herediano. Con tono firme, soltó: “Polémica para él. Realmente lo que me viene a la memoria es que de los cinco campeonatos que ganó Macho, cuatro se los ganamos a Herediano. Yo entiendo que se preocupe”.
El mensaje no fue solo una defensa a Ramírez, sino un claro recordatorio de las múltiples veces que el técnico alajuelense frustró los sueños del “Team” en finales nacionales. La estadística es contundente y, sin duda, toca una fibra sensible en el entorno rojiamarillo.
El VAR como munición de Jafet
Días antes, Jafet Soto había encendido la polémica con declaraciones cargadas de ironía al hablar del regreso de Ramírez: “Admiración es mutua, él me admira a mí también. Hay muchas cosas diferentes, me imagino que el Macho de hoy es distinto al Macho de antes. Pero ahora también hay tecnología para anular un gol con la mano, como el que nos marcaron en una final que nos ganaron, también para marcar un fuera de juego como el gol de Sarvas… Bienvenido ‘Macho’ al fútbol en esta nueva etapa, pero ahora hay VAR”.
Soto, sin mencionarlo directamente, revivió viejas heridas aludiendo a polémicas arbitrales que marcaron finales pasadas, sugiriendo que la tecnología hoy evitaría injusticias que, en su visión, favorecieron a Alajuelense bajo el mando de Ramírez.
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En ese contexto, la figura de Ramírez ha sido usada por Alajuelense como una pieza estratégica para marcar territorio, recordando que el técnico no solo regresa por nostalgia, sino con un historial que habla por sí solo.
